“[...]. Estaba el mar, estaban las dunas, estaba el olor. Oía las gaviotas sobrevolandome. Oía el sonido de las olas en la playa. A veces entraba en un pequeño trance... y no había ninguna diferencia entre yo y el lugar en el que estaba. Esa es una experiencia importante que viví de niño y me ha acompañado durante toda mi vida hasta ahora. Y ahora necesito esa experiencia, estar dentro de la naturaleza. Lo necesito para mi trabajo y lo necesito para mi ser. Esa es mi existencia. Esta conexión es necesaria. Tal vez sea necesaria para todos”.
herman de vries.